Con la estampa, el recuerdo y la añoranza de una alegre infancia
feliz en una España con muchas carencias en la década del 50...
El mismo cántico de su flauta-anuncio , que dicen se escucha
también en lejanas tierras americanas, apareció como ave de paso
recorriendo las calles de Infantes , en el ejercicio de un antiguo
oficio en vías de desaparición, condenado en la despensa de tantos
otros que constituyen un hermoso patrimonio cultural inolvidable: el
herrero, el pregonero, el recadero, el mulero, herrero , barbero y
tantos otros que añoramos.
Recuerdo que de pequeño siempre aparecían al comienzo del
invierno, enfrentados a la tarea de trabajar cuchillos y tijeras con
su llamada “fiurururruuuuu…fururururiuuuuu” y en el pueblo
decían al escuchar su pitido “que presagiaba viento” …
Los conocí en carro tirado por una mula, mas tarde en bicicleta –
que levantada del suelo mediante un caballete, al pedalear movía la
rueda de afilar” provocando que subiera corriendo a mi casa en
búsqueda de navajas, con el mágico decorado del sonido de su
flauta. Mas tarde los recuerdo en "vespino" como figura renovada en ruta hacia una fatal desaparición de este viejo oficio tan unido al recuerdo de nuestros pueblos.
Mas de una vez hablé con los afiladores. Siempre venían de
Orense e, un largo peregrinar de pueblo en pueblo afilando cuchillos,
en un viaje de mas de seis meses, hasta retornar a la Galicia
querida.
Los tiempos cambian y la tecnología nos ha invadido, provocando
situaciones tan curiosas como que a veces se “encuentran en -todo a
cien- a en tiendas de chinos cuchillos de cocina mas baratos...
En mi casa se usaban cuchillos ya desgastados en reiterados
procesos de afilado... eran épocas en que los menajes duraban mas, y
no nos podíamos permitir el lujo de renovaciones frecuentes.
Nos estamos quedando solos de imágenes y recuerdos.
Dario Pozo Ruz, desde Villanueva de Los Infantes 30-12-2012

No hay comentarios:
Publicar un comentario