domingo, 30 de diciembre de 2012

ESCUCHÉ A UN AFILADOR Y AÑORÉ MI INFANCIA.






Con la estampa, el recuerdo y la añoranza de una alegre infancia feliz en una España con muchas carencias en la década del 50...


El mismo cántico de su flauta-anuncio , que dicen se escucha también en lejanas tierras americanas, apareció como ave de paso recorriendo las calles de Infantes , en el ejercicio de un antiguo oficio en vías de desaparición, condenado en la despensa de tantos otros que constituyen un hermoso patrimonio cultural inolvidable: el herrero, el pregonero, el recadero, el mulero, herrero , barbero y tantos otros que añoramos.


Recuerdo que de pequeño siempre aparecían al comienzo del invierno, enfrentados a la tarea de trabajar cuchillos y tijeras con su llamada “fiurururruuuuu…fururururiuuuuu” y en el pueblo   decían   al   escuchar      su    pitido     “que presagiaba viento” …




Los conocí en carro tirado por una mula, mas tarde en bicicleta – que levantada del suelo mediante un caballete, al pedalear movía la rueda de afilar” provocando que subiera corriendo a mi casa en búsqueda de navajas, con el mágico decorado del sonido de su flauta. Mas tarde los recuerdo en "vespino" como   figura renovada en ruta hacia una fatal desaparición de este viejo oficio tan unido al recuerdo de nuestros pueblos.


Mas de una vez hablé con los afiladores. Siempre venían de Orense e, un largo peregrinar de pueblo en pueblo afilando cuchillos, en un viaje de mas de seis meses, hasta retornar a la  Galicia querida.


Los tiempos cambian y la tecnología nos ha invadido, provocando situaciones tan curiosas como que a veces se “encuentran en -todo a cien- a en tiendas de chinos cuchillos de cocina mas baratos...



En mi casa se usaban cuchillos ya desgastados en reiterados procesos de afilado... eran épocas en que los menajes duraban mas, y no nos podíamos permitir el lujo de renovaciones frecuentes.


Nos estamos quedando solos de imágenes y recuerdos.


Dario Pozo Ruz, desde Villanueva de Los Infantes 30-12-2012
 






martes, 25 de diciembre de 2012

Recuperando los muleros en la memoria de nuestro patrimonio etnológico...






Los cuatro muleros, en la bella composición de Federico García Lorca, que nos asombra con su impresionante métrica de 7  + 5 + 7 + 5 sílabas, nos acerca ya a esta mítica figura de nuestros campos...


1/////////////////// ///////////////////

= 39 sílabas (38 + 1)

///////////////////

= 20 sílabas (19 + 1)

De/ los/ cua/tro/ mu/le/ros/

= 7 sílabas

que/ van/ al/ cam/po,/

= 5 sílabas

el/ de/ la/ mu/la/ tor/da,/

= 7 sílabas

mo/re/no/ y al/to./

= 5 sílabas


2

De/ los/ cua/tro/ mu/le/ros/

= 7 sílabas

que/ van/ al/ a/gua,/

= 5 sílabas

el/ de/ la/ mu/la/ tor/da/

= 7 sílabas

me/ ro/ba el/ al/ma./

= 5 sílabas


3

De/ los/ cua/tro/ mu/le/ros/

= 7 sílabas

que/ van/ al/ rí/o,/

= 5 sílabas

el/ de/ la/ mu/la/ tor/da/

= 7 sílabas

es/ mi/ ma/rí/o./

= 5 sílabas


4

¿A/ qué/ bus/cas/ la/ lum/bre/

= 7 sílabas

la/ ca/lle a/rri/ba,/

= 5 sílabas

si/ de/ tu/ ca/ra/ sa/le/

= 7 sílabas

la/ bra/sa/ vi/va?/

= 5 sílabas


Pero....¿ quienes eran los muleros ?

De norte a sur encontramos historias muy ilustrativos de estos históricos personajes, como refleja en  http://pueblomartir.wordpress.com, este Legendario viejo "VIZCACHA"




 


Don Alonso Vizcarra, “El viejo VIZCACHA” -descendiente de vasco- era todo un personaje en el Cerro de Pasco. Su padre había llegado a estos lares conformando el primer contingente de rudos vascuences conjuntamente con los Oyarzábal, de Azpeitia; los Arauco, de Vizcaya; los Goñi, de Navarra; los Otaegui, de Guipúzcoa; los Aguirre de Oyarzún; Lizárraga, Baldoceda, Jáuregui, Ampuero, Bermúdez, Aza, Azcurra, Zumalcarregui, Echevarría, Aranda, Vizcarra, Gorriti, Veramendi, Iparraguirre, Iturralde, Egaña, Jáuregui, Mendívil, Iturriaga, Ormachea, Mendizábal, Zamudio, Arellano, Lezama, Lezcano, de Navarra. 

Como sucede con casi todos los apodos cerreños, nunca se supo el origen del suyo. Se pensaba que, Vizcarra -su apellido- había quedado convertido en “Vizcacha” por la magia del hipocorístico; pero también porque hacia evocar a los pintorescos roedores que abundaban en los roquedales de las afueras. 

Era amigo irrenunciable del sol, añorado y bienvenido visitante de siempre. Su rancho ubicado en Mesapata, se prestaba para ello. En la mañana se llenaba de luminosidad y por la tarde despedía la jornada con sus rayos agonizantes.

En ambos casos le proporcionaban una extraña vitalidad, como a las vizcachas que en amaneceres y atardeceres cotidianos, asomaban sus menudos cuerpecitos de pelo denso, abundante y suave, lomo gris y vientre blanco con franjas negras atravesándoles la cara.

 

Tus ojos, hermosa niña,
se parecen a mis males;
negros, como mis fatigas,
grandes, como mis pesares.


Pa´la muerte no hay remedio,
ni menos pa´la vejez,
pal amor no digo nada
pudiera ser que tal vez

Siempre que tiendo mi cama,
maldigo la suerte mía.


Cama, ¿Para qué te tiendo
si no tengo compañía?


Además de experto jinete, excelente tañedor de guitarra, cantor y repentista, como la mayoría de muleros, sus conocimientos sobre el arrieraje eran muy respetables. Uno de los primeros jinetes dedicados a transportar mulas, muy amigo de los Oyarzabal y de los otros bisoños jinetes, les volcó sus experiencias en cuanta reunión amical tuvieran. 


Les aconsejaba tener mucho cuidado y disciplina en el cumplimiento de las órdenes que recibieran, pues la enorme distancia de cerca de novecientas leguas que hay entre el Cerro de Pasco y Tucumán, debería cumplirse en noventa días más o menos, avanzando en un promedio de diez leguas diarias. “la honradez y el cumplimiento del deber, son las más altas prendas que pueden exhibir los muleros; aquí no se permite el ingreso de traidores ni holgazanes. No hay lugar para ellos”, sentenciaba enérgico. 

Retirado de las extenuantes actividades, sus cuarteles de invierno los fijó en la tierra minera, donde siguió trabajando. Sus manos estaban como pensadas para el ejercicio de su profesión: talabartero. Fabricante de piezas esenciales para la equitación. 


Cuando un pobre busca novia
los viejos se vuelven fieras
y lo tienen dando vueltas
como a una mula minera.


Cuando un rico busca novia,
los viejos no saben qué hacer,
se vuelven puros cumplidos
para ver si lo hacen caer.


Me ven de poncho y shucuy,
muchos se burlan de mí;
por fuera nada parezco,
por dentro, ¡verán quién soy!


De sus manos callosas salían ronzales, bridas, estribos y monturas, convertidos en piezas de arte. Cada una de ellos cumpliendo una función muy especial. El ronzal, correa que yendo alrededor de la cabeza del caballo, unida a una anilla bajo su barbilla (barboquejo), servía de tiento. La brida formada por el bocado, el collar y las riendas, parecida misión. Con el bocado -barra de metal que se coloca dentro de la boca- el jinete ejerce el control del animal. El collar, sujeto al bocado, es dispositivo de correas situado alrededor de la nariz, quijadas y cabeza. 


Las riendas, tientos de cuero unidas al bocado a ambos lados de la boca, van una por cada lado del cuello, hasta las manos del jinete. La silla, pieza de cuero, encima de la grupa del animal, tiene faldones que se tienden hacia abajo por ambos lados; se sostiene en su sitio con la cincha que circunda su vientre y se abrocha bajo los faldones. 

La parte ocupada por el jinete es el asiento, la de adelante es el pomo y, la de atrás, el arzón trasero. Van suspendidos por los dos lados de la silla, sujetos con unas correas ajustables, los estribos, de madera o metal, soportan los pies del jinete. 



Aunque los tipos dependen de su uso, los dos principales son, la silla inglesa (galápago) y la silla vaquera. La inglesa es más ligera y plana mientras que la vaquera es más pesada con un pomo y arzón traseros mucho más altos. El cuerno que forma el pomo sirve de ancla para el lazo que se usa cuando se conduce ganado. Éste era de preferencia del mulero cerreño.

Cuando la noche tiende su manto
y el firmamento viste de azul;
no habrá un lucero que brille tanto
como esos ojos que tienes tú.


En este mundo traidor,
yo no debo un medio a nadie,
solamente a Dios la vida,
y al chinganero algún real.


Las horas que tiene el día,
las he repartido así:
nueve soñando contigo
y quince pensando en ti.


Fue en el fortín de Vizcacha donde Álvaro y Cantalicio Oyarzábal, fueron invitados a conformar la tropa de muleros comandados por un baqueano muy mentado en toda la ruta: Lizandro Irigoyen. Éste tenía a su hijo Rosendo –todavía muy joven- como lugarteniente con el que conformaron un equipo de jinetes completamente bisoños que habían aparecido en el firmamento de gallardos caballistas.


¡Oh! Vino que tanto alegras
y llenas todos los bares,
nacido en las verdes hojas
y pisado en los lagares.

Me quisiste, yo te quise,
me adoraste, te adoré;
me colgaste una traición,
yo también te la colgué.

La pena y la que no es pena,
todo es pena para mí,
ayer penaba por verte,
hoy peno porque te vi
.



La precoz habilidad, era el común denominador entre los niños cerreños. Los más pobres, hijos y nietos de mineros, se desempeñaban como “pallaqueros”, encargados de la escogencia de metales que sus madres molían en grandes batanes de piedra. 

Los hijos de criollos y españoles de acomodada situación económica, desempeñaban otras tareas menos duras; entre ellas, la de chalanes. Álvaro y Cantalicio Oyarzábal entraban en este grupo.

Tempranos jinetes cuidaban de los caballos de los mineros, hacendados y comerciantes ricos. Era la época en que los opulentos, además de los que utilizaban en sus labores cotidianas, contaban con cinco o seis de fina estampa, para sus ostentosos paseos. Eran caballos impresionantes -descendientes de andaluces y árabes- enormes, traídos de Argentina o Chile, por precios fabulosos


Para su cuidado, en sus casas solariegas hacían construir caballerizas especiales, provistas de buen techo y paredes gruesas sin resquicios por donde pudiera colarse el aire frío que atentara contra su salud. Cada animal estaba muy bien protegido por gruesa capa con interior de lana y cobertura de tela más ceñida –“capa para caballos”- que le cubría todo el cuerpo para conservar su calor; el piso cubierto de aserrín para proteger los cascos; su alimentación exclusiva con forrajes especiales y avena de la mejor calidad además de los pastos de su entorno les permitía lucir saludables y robustos. 


Su fina pelambre lustrosa, la alisaban con cepillos especiales. Los había de toda variedad: Alazanes, tordillos, zainos, bayos, castaños, ruanos, morcillos y especialmente moros, los preferidos. Los diarios ejercicios y prolongadas caminatas para mantenerlos en forma estaban bajo el cuidado de los Oyarzábal.

El pobre se halla en el mundo
tan sólo como el cardón,
de noche no tiene luna
de día le pega el sol.

El minero quiere y no puede
gozar de su libertad,
que lo entierren no precisa,
ya enterrado en vida está.

A la grande no la quiero,
porque ya sabe de todo;
a la chica la prefiero,
para enseñarle a mi modo.



Estos caballos, eran el orgullo de los rumbosos cerreños de entonces. Prototipo de nobleza, fidelidad, temperamento y altivez; cúmulo de virtudes admirables que proclamaban su estirpe. Habían heredado de las jacas españolas, la elevación de los miembros delanteros; de los berebere, su ambladura o modo de andar; del árabe su delicadeza y hermosura. Era un deleite para la vista su marcha llena de gracia portentosa y su monumental figura.

A las romerías a las que asistían los chalanes en pueblos y capillas, iban con sus corceles muy bien emperifollados; apero o conjunto de arreos de fino cuero, reforzado con plata brillante: terno de cabeza o jato, falsa rienda y, sobre la montura “de cajón”, el pellón de mechas llamado sampedrano, adquirido en el norte al costo de un “ojo de la cara”. 

El jinete con elegante terno inglés sobre el que calaba su poncho de vicuña, alón sombrero de paja de junco o de toquilla, pañuelo blanco de seda al cuello, poncho fino de lana de vicuña; zapatos altos y artísticas espuelas “Nazarenas” de plata. El escenario para su preparación física era la meseta más alta del mundo, desde el Cerro de Pasco, Rancas, Yurajhuanca, Quiulacocha, Sacrafamilia, Vicco, Huayllay… 



Los encargados de tener en forma a estos animales eran los jóvenes jinetes que, andando el tiempo, se sumaban a las tropas de arrieros que viajaban al norte argentino a traer mulas para el trabajo minero. En todo caso, el mulero cerreño, al afincar su libertad en la rebeldía y su tarea de viajero empedernido, confiaba ciegamente en su caballo, compañero inseparable de aventuras.

Este noble animal fue un admirable instrumento en sus manos. Con él se liberó de la mita y encomienda mineras. Es más. Con él se convirtió en jinete de leyenda. Uno de los más grandes que han alcanzado a ver las caballerías del mundo –cosacos, mamelucos, gauchos, llaneros charros, rotos y muleros.

De conquistado se transformó en conquistador. Las distancias fueron empequeñecidas por él. Jinete y caballo se mimetizaron de manera que llegaron a ser uno solo. Podía ir el jinete dormido o borracho sobre su caballo, él lo sostenía. Cuando perdía el caballo, compungido, reclamaba:

“Mi caballo es mi vida,
mi bien, mi único tesoro;
ladrón devuélveme mi moro,
yo te daré mi querida..”



Inclusive su identificación era tan manifiesta que, antes que a la mujer, prefería a su caballo.

“Mi mujer y mi caballo,
se han extraviado;
mi mujer puede marcharse;
¡mi caballo me hace falta!


Después de trotar centenares de kilómetros conduciendo la bagualada de mulas, no era de él que se ocupaba el mulero, sino de su caballo. Éste después de trotar inconmensurables distancias a sólo agua, volvía exhausto. El mulero se ponía a cuidar de su bestia fraternal: le practicaba incisiones en el paladar y le hacía tragar sal pulverizada y con sal cuidaba de sus heridas. Las bestias se reponían y engordaban.

Álvaro y Cantalicio Oyarzábal, no obstante su temprana edad, habían adquirido tal habilidad que les permitió convirtiese en notables muleros.

 significados de algunos vocablos  en el texto:

Arrieros:  Personas que trabajaban con bestias de carga trasportando mercancías.
Cerreño: Expresión de origen peruano aplicada en el ámbito de los muleros de procedencia vasca.
Pallaquero: El que entresaca entresacar la parte metálica de los minerales.
Batanes: Lugar provisto de maquinaria hidráulica para trabajos de forja.
Chalanes: Apodo basado en cierto tipo de roedores.
Criollo:Dicho de un hijo y, en general, de un descendiente de padres europeos: Nacido en los antiguos territorios españoles de América y en algunas colonias europeas de dicho continente
Baqueano: Experto guía en caminos, trochas y atajos para facilitar el tránsito.
Cinganero: Aficionado a la búsqueda de oportunidades para "cingar" ( copular en muchos países latinos)
Galápago: Silla de montar.
Vizcacha: Originada por un roedor de hábitos nocturnos propio de las grandes llanuras, donde construye complejas colonias de cuevas.. Vive en el Perú, Bolivia, Chile y la Argentina, pero también se aplica a designar a las  personas que acostumbran guardar cosas inservibles.
Emperifollados: Expresión coloquial referida a adornarse con profusión y esmero.



"Arrieros somos, y por el camino andamos" ...Dario Pozo Ruz desde Valdepeñas, muy cerquita del "Lugar de la Mancha"

lunes, 24 de diciembre de 2012

Turismo cultural en nuestra tierra: Ruta 7 - Francisco de Quevedo



Francisco de Quevedo y Villegas vino al mundo en Madrid un mes de septiembre de 1580. Terminó falleciendo en Villanueva de los Infantes, otro mes de septiembre, sesenta y cinco años después, quebrantado por la durísima prisión que padeció en San Marcos de León.

Su querencia por estas tierras del Campo de Montiel es bien conocida: por testamento de su madre, doña María de Santibáñez, heredó junto a su hermana unos censos emitidos por los vecinos de la villa de Torre de Juan Abad. Y fue en este rincón donde escribió buena parte de su obra.
  

Fue Quevedo dueño de una personalidad abigarrada. Educado en los hábitos de la corte y la burocracia de los austrias, cristiano viejo, ácido, malhumorado que se ríe de sí mismo; lenguaraz, coqueto paticojo, miope y bigotudo; noctámbulo escritor, hombre de una extraordinaria cultura, capaz de expresarse en varias lenguas, político intrigante; gran fumador, misógino y enamoradizo, frecuentador de tabernas y lupanares, sin domicilio fijo buena parte de su vida, amancebado con la Ledesma, malcasado con la de Cetina; vigilado por el Santo Oficio, odiado, temido y respetado; extraordinario escritor, poeta excelso, culto y chabacano; propagandista, crítico adulador, según tocara; popular al extremo, cuyas letrillas y romances se recitaban por calles y plazas.


Tuvo Quevedo un éxito temprano y fulgurante. El Buscón, obra que escribió con apenas veinte años, corrió en ediciones manuscritas y se llegó a imprimir diez veces en vida de Quevedo; fue traducida al francés (veinte ediciones en el siglo XVII), al italiano, al holandés y al inglés.

Si en buena medida debe su popularidad a la vertiente satírica y burlesca de su obra -Los Sueños, La hora de todos, Poderoso caballero es don dinero, Érase un hombre a una nariz pegado...- no es posible olvidar al poeta capaz de construir sonetos -Hermosísimo invierno de mi vida, si hija de mi amor mi muerte fuese...- que ocupan un lugar de privilegio en la poesía amorosa de todos los tiempos.

Unos y otros serán compañía imprescindible para adentrarse con deleite por los Campos de Montiel que fueron escenario de su vida y de su muerte.
Recorrido de la ruta:
  1. Villanueva de los Infantes
  2. Villahermosa
  3. Santa Cruz de Mudela
  4. Valdepeñas
  5. Manzanares
  6. Torre de Juan Abad
  7. Almedina
  8. Torrenueva
  9. San Carlos del Valle
  10. La Solana
Fuente: http://www.turismocastillalamancha.com

¿Por qué decimos ‘verdad de perogrullo’?





Cuando una persona dice algo evidente u obvio, o bien añade una verdad notoriamente sabida, solemos decir que ha dicho una ‘perogrullada’ o una ‘verdad de Perogrullo’. ¿Te gustaría saber por qué decimos ‘verdad de perogrullo’?

El inventor de la palabra ‘perogrullada’ fue Francisco de Quevedo, que la incluyó en el libro ‘Los sueños’ (1622). Quevedo describe en sus páginas a un personaje conocido como Pero Grullo, quien ofrece diez profecías extremadamente evidentes a las que el escritor llama ‘perogrulladas’. Éstas son algunas de ellas: ‘cuatro huevos son dos pares’, ‘la mano cerrada se puede llamar puño’ o ‘cuando no se tiene frío, es que se ha entrado en calor’.

Se cree que Quevedo se basó en un personaje real que existió en el siglo XV, Pedro Grillo. Existe un documento que data de 1460, titulado ‘Profecía’, en el que se describe a un profeta ermitaño llamado Pedro Grillo. Entre sus profecías, destacan obviedades como: ‘El primer día de enero que vendrá será primero día del año’, ‘Este día amanecerá al alba’, o ‘Vendrá una niebla tan grande y tan oscura que cubrirá el cielo, y no habrá hombre, por ciego que sea, que vea las estrellas a medio día’.





Comentario: el junio 12th, 2012 at 18:43 pm    





En realidad encontramos que ya en 1552 Hernán Núñez de Guzman ya citaba a Pero Grullo en sus obras “Refranes o Proverbios en romance” por lo que, al menos el personaje, no podemos atribuirlo a Quevedo pese a que ciertamente aparece en su obra “los sueños” de 1622.

Este nombre (Pero Grullo) parece venir del famoso Pedro Grillo que aparece en un documento que data de 1460, titulado “Profecía” cuyo autor usa el seudónimo de Evangelista. 

Se trata de un breve relato en el que se describe a un profeta ermitaño a quien llama Pero Grillo. Este personaje hacía gala de una especial verborrea y lanzaría una série de profecías que no eran otra cosa que una sarta de perogrulladas (es decir, obviedades evidentes), por lo que se supone que el nombre de pero Grullo, comúnmente usado en el siglo XV podría venir de ahí, aunque no se sabe de que manera evolucionó de Pedro Grillo a Pero Grullo. Quevedo lo que SI creó fue el término PEROGRULLADA para referirse a todos aquellas sentencias que por obvias resulta ridículo o necio decirlas.


Fuente:  http://www.saberia.com, con comentario de Eddie Catman




JOSE MARIA LOZANO CABEZUELO EN EL CAMPO DE MONTIEL





"Hay personajes en el Campo de Montiel ante los que debemos descubrirnos, como es el caso de José María Lozano Cabezuelo. Verdadero caballero custodio del inmortal Quevedo, desde Torre de Juan Abad.


Siempre animando proyectos en la Casa Museo de Quevedo que dirige, hombre que apoya todas las iniciativas que robustezan el Campo de Montiel y que agradece y apoya cuantas iniciativas incidan en su desarrollo.


No se puede pasar por esta tierra sin conocerle y apreciar los tesoros que guarda con fervor de su maestro Quevedo...


A primeros del 2001, escribía en el Balcón de Infantes, citando a Valentín Arteaga: "el personal, por estas tierras vive para adentro y la realidad no existe...

Las caravanas, claro pasan de lejos, Mancha solitaria, tierra única, intermedia,  de paso. El que se queda por algo será..." y añadía parafraseando al filósofo de Fuenllana, Antonio Rodriguez Huéscar: " el alma del hombre del Campo de Montiel es retráctil, como el cuerno del caracol; ante el contacto de lo extraño, se encoge, se mete en su concha..."


Para quién vino de otras lejanas tierras para caminar codo a codo con estos pueblos, encontrar un personaje como José María, abierto y entrañable, no sólo fué un honor, sino que descubrir sus ideas constituyó  un gran motivo para reanudar compromisos con el Campo de Montiel, despues de mi periplo como cooperante en América.


Y destacar su gran labor, no es cosa de agradecimiento personal sino de hacer justicia hacia su persona que tanto está contribuyendo a dibujar esta tierra que se está conociendo no tan sólo por el Quijote, con su trascendental dimensión quevediana, de la que es su principal defensor".  

 Escrito por Dario Pozo  en www.campodemontiel.es, el 14 de octubre de 2008.

CAMPOS DE CASTILLA

Biografía de Machado

Nació en Sevilla el 26 de julio de 1875 dentro de una familia de intelectuales liberales y progresistas por la rama paterna. 

El clima ideológico y cultural que se respiraba en su familia condicionaría la vida, la obra y el pensamiento de Antonio Machado.
 
En el año 1883, toda la familia debe trasladarse a Madrid. En el año 1889 comienza los estudios de  bachillerato, que realizará de manera irregular.

Estos primeros años madrileños son de formación y de acercamiento a la literatura:  asistencia a tertulias, vida de la bohemia madrileña, colaboraciones en algunas publicaciones y  comienzo de su obra poética según las tendencias modernistas que estaban de moda en la época.

En estos años realiza dos viajes a Paris -en 1899 y 1902- donde conocerá a Rubén Darío del que aprenderá importantes lecciones poéticas y al que admirará siempre. -En 1903 aparece su primer libro –Soledades.


En 1906 obtiene una plaza de catedrático de francés en Soria donde residirá hasta 1912. En 1907 publica su segundo libro, Soledades. Galerías. Otros poemas.

En 1909 Machado se casa con Leonor Izquierdo, una jovencita de 15 años, hija de los dueños de la pensión donde vivía.

Entre 1910 y 1911 reside en París donde está becado para ampliar estudios de filología francesa. Estando en París, en el verano de 1911, la esposa de Antonio Machado enferma de tuberculosis y la pareja debe regresar a Soria. Un año más tarde, Leonor morirá, a raíz de lo cual decidirá abandonar Soria. En 1912 publica Campos de Castilla, unos días antes de la muerte de la esposa.

 
En 1912 Antonio Machado se traslada a Baeza. Es el reencuentro con su tierra andaluza natal, aunque la situación anímica tras la muerte de la esposa es de completo abatimiento. En Baeza se encontrará con una Andalucía provinciana, aburrida, que el poeta verá con ojos muy críticos. En 1917 ven la luz una antología de su obra poética y la primera edición de sus Poesías completas


En 1919 obtiene plaza en el instituto de Segovia, con un ambiente cultural más acorde con sus gustos, y comenzará a participar en las actividades de la reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la cultura a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. En estos años, el autor escribe sobre todo crítica literaria y ensayo, abandonando poco a poco la poesía.

En 1924 aparece el libro de poemas Nuevas Canciones, que recoge poemas escritos en Baeza y Segovia. Comienza en estos años a escribir obras de teatro en colaboración con su hermano Manuel. En 1927 es elegido miembro de la Real Academia, aunque nunca llegará a ocupar su sillón.

1928 es una fecha importante porque conoce a Pilar Valderrama, mujer que se convertirá en la Guiomar de sus últimos poemas, y con la que mantendrá una relación amorosa que truncará el estallido de la Guerra Civil en 1936.

En 1932 consigue trasladarse por fin a Madrid, donde participa en los ambientes culturales de la capital.Madrid, Valencia, Barcelona, Collioure.
 
En 1936 se declara la Guerra Civil y Antonio Machado toma partido decididamente por la legalidad  republicana, colaborando en revistas y actividades culturales .

En noviembre de 1936, ante el asedio de la capital de  España, se traslada a Valencia y de ahí, ya enfermo, a  Barcelona. Debido a la cercanía de las fuerzas franquistas, saldrá camino del exilio en enero de 1939.

El 22 de febrero de 1939 muere en la localidad francesa de Collioure...


Fuente:  http://caballerosaula.blogspot.com.es




Su obra "Campos de Castilla" le identifica con el sentimiento patriótico que anida en la "Generación del 98" y como quiera que en este año 2012 que se nos va  cumplimos el centenario de la edición de esta gran obra que es una de las joyas de nuestra mejor poesía, recordamos como sencillo homenaje  un vídeo con  su emocionado mensaje.


Su testimonio y palabras, son ya inmortales y bien merece la pena recordar en estos tiempos de crisis: 

En España no se dialoga, porque nadie pregunta como no sea para responderse a sí mismo”.

 “Pertenezco a una generación que cometió el grave error de no ver sino el aspecto negativo de la política. Ignoraba que sería una actividad de vida o muerte para nuestra patria”.

Antonio  Machado  ya   advertía  a  los  jóvenes  de  entonces  el peligro  de olvidar los  ideales convirtiéndose en " viejos avaros de   los     bienes    materiales,    codiciosos  del  mando    y   del individualismo" .



Los pocos jóvenes que vemos en nuestros pueblos debieran sentirse aludidos por el mensaje de Machado cuando solo ven el aspecto negativo de la política actual, mientras unos pocos de aprovechan haciendo turno para engrosar las filas tanto en partidos convencionales o de nuevo cuño, "para sacar un provecho personal".

Estamos con Machado cuando afirma que "la política puede ser una actividad de vida o muerte para nuestra patria"





Dario Pozo Ruz.




jueves, 13 de diciembre de 2012

EN MEMORIA DE AQUEL PERO GRULLO




 

Poner en marcha un nuevo blog supone reforzar mi compromiso con mi comunidad posibilitando la expresión de quienes no dependen - en ninguna forma - de los dictámenes y caprichos del sistema.

Se une el proyecto a otros blogs que caminan en este mundillo del ciber espacio: www.ecojaragua.com (ecologistas pragmáticos) http://mentirasdelacrisis.blogspot.com ( rebeldía ante una crisis impuesta) y otras presencias en Facebook y Twiter. 

Elegí el nombre en homenaje al recuerdo de un órgano de prensa de 1919 publicado en Ciudad Real aportándome con su significación mi compromiso con la "verdad evidente".

Voy a tratar de posibilitar un mejor conocimiento de la creatividad de esta tierra en sus áreas literarias y culturales, tratando de posibilitar la entrada en este foro a cuantos se esfuerzan en aportar su conocimiento y experiencia, al mejor desarrollo de esta inmortal tierra de Quijotes y Sanchos.

Dario Pozo Ruz desde Valdepeñas.